¡La Wiphala se respeta carajo!

La Wiphala, que es un símbolo sagrado y ancestral y que -además- identifica el sistema comunitario basado en la equidad, la igualdad, la armonía, la solidaridad y la reciprocidad, demostró el poder unificador de su significado y convocatoria en el país al ser desagraviada por más de un millón de bolivianos en diferentes ciudades capitales con el denominado “Wiphalazo”.

El “Wiphalazo” fue realizado por las organizaciones sociales, la sociedad civil y colectivos de izquierda con masivas concentraciones en históricos escenarios del país, para exigir su respeto como un símbolo patrio establecido en la Constitución Política del Estado, ante el ultraje que sufrió el 24 de septiembre de 2021 en Santa Cruz, cuando un grupo de cívicos bajó esa enseña de un mástil en rechazo a su representación.

“¡La Wiphala se respeta carajo! ¡La Wiphala se respeta carajo!”, exclamaban miles de indígenas, campesinos, obreros, profesionales, trabajadores y jóvenes en los diferentes escenarios, después de multitudinarias marchas acompañadas de bombos, trompetas, música autóctona y cantos, con el que se expresaba la afinidad con su significado ancestral y símbolo de lucha por la liberación de los pueblos.

La Wiphala está reconocida en el Artículo VI, párrafo II de la CPE, junto con bandera tricolor rojo, amarillo y verde, himno boliviano; el escudo de armas, la escarapela; la flor de la kantuta y la flor de patujú.

Si bien la Wiphala está reconocida en Bolivia, la misma también representa a los pueblos indígenas y originarios de varios países de la región, entre ellos, Perú, Colombia, Chile, Ecuador y Argentina, en este último esa bandera también fue desagraviada en el centro de la ciudad de Buenos Aires en sintonía de lo que sucedía en Bolivia.

En el último año, la Wiphala, que lleva más historia que los anteriores símbolos patrios coloniales del país, fue blanco de la elite de la derecha fascista para atacar al proceso de cambio que se reinstaura después de sufrir un golpe de Estado en 2019, razón por el que los sectores sociales activaron su militancia al reconocimiento de sus raíces ancestrales, para frenar su constante ofensa en el contexto político.

En encendidos discursos brindados en el eje central boliviano (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz), el presidente constitucional de Bolivia, Luis Arce, llamó al respeto de esa enseña nacional y recordó que esa bandera multicolor, “es símbolo de unidad, integración y lucha inclaudicable por la liberación de los pueblos”.

El término Wiphala (inca-aimara: Wiphala, ‘emblema’) se denomina a las banderas cuadrangulares de siete colores usadas por las diferentes etnias y pueblos indígenas originarios y campesinos.

Este símbolo patrio año tras año cobra más fuerza porque también representa a los sectores sociales desposeídos, la clase trabajadora y los jóvenes; sin embargo, su conocimiento aún debe ser profundizado por cada uno de los bolivianos en el marco de la armonía e integración de los pueblos del país, que atraviesa un contexto político complicado por una nueva arremetida de la derecha fascista, que intenta desestabilizar la actual administración del Estado y ejecutar un nuevo golpe de Estado, para satisfacer intereses particulares.

¡La Wiphala se respeta carajo! Porque representa a nuestras verdaderas raíces y no se debe permitir nunca más su ultraje por grupos radicales que lo único que hacen es desconocer el territorio en el que nacieron.

El Vanguardiano
Miembro del Colectivo La Vanguardia
Militante del MAS y del Proceso de cambio.

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