El pueblo aplasta el paro golpista con masivo festejo por el primer año de su Gobierno

El pueblo aplastó el paro indefinido convocado por la derecha golpista, que tenía el pretexto de exigir la anulación de la Ley 1386 de Estrategia Nacional de Lucha Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas, con un masivo festejo por el primer año de gobierno del presidente Luis Arce, quien asumió su mandato con el 55,1% de respaldo de los bolivianos en octubre de 2020.

Pese a la ayuda de la prensa vendida que, mediante sus titulares, hacia ver un paro fortalecido y decidido, el pueblo dio un revés a esas intenciones que pretendían generar nuevamente un ambiente de caos en el país con la intención de desestabilizar la gestión de Arce, que presentó un extenso discurso sobre los logros alcanzados en tan sólo 12 meses.

La derecha golpista, al mando del Comité Cívico Pro Santa Cruz, el gobernador de esa región, Luis Fernando Camacho, y dirigentes gremiales leales a esa línea política vende patria, volvió a subestimar la inteligencia del pueblo que coincide con la política de Arce de trabajar para reconstruir el país, después de una mala administración del Estado.

Uno diría, pobre país, porque a tempranas horas se esperaba –aunque sea– un paro parcial; sin embargo, todos nos topamos con la libre circulación y transitabilidad en las diferentes ciudades del país, incluso en el bastión de la derecha, que es Santa Cruz, la más productiva de Bolivia.

Pero dando un giro de 360 grados, la plaza Murillo fue colmada de organizaciones y movimientos sociales, además de plataformas ciudadanas y colectivos juveniles que se dieron cita en ese espacio para ratificar su respaldo al mandatario boliviano, que logró devolverle al país la esperanza, la certidumbre y la estabilidad.

Como si se tratase de un 6 de agosto, la población boliviana rindió un homenaje a la patria por el retorno de la democracia, gracias a la lucha del pueblo, y la reconstrucción del país, después de sufrir la política de un gobierno de facto que mató, vulneró DDHH y generó acciones racistas en el país, sólo por su angurria de poder.

En sí, es como una ironía, quien diría que en un día de paro celebráramos con fervor el retorno de la estabilidad del país.

Con esta lección de vida, sólo queda esperar que vengan mejores días y estar alertas ante cualquier otro intento de la derecha golpista que, con esta metida de pata, cayó al fango de donde proviene, fracaso que favoreció para despejar la conciencia del pueblo y retomar el crecimiento del país andino amazónico.

¡El pueblo es la vanguardia!

El Vanguardiano
Miembro del Colectivo La Vanguardia
Militante del MAS y del Proceso de cambio.

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