La “Marcha por la Patria”: Inédita, masiva y precisa para defender la democracia boliviana

Desde hace más de 30 años, el pueblo boliviano –en su mayoría la clase media trabajadora e indígenas– realizó diferentes manifestaciones pacíficas y masivas para hacer valer sus derechos frente a intereses de grupos extremos, racistas y hasta fascistas, con un interesante mecanismo que siempre tuvo el respaldo, la solidaridad y el apoyo humanitario del conjunto del pueblo boliviano, como es la marcha o caminada de largos recorridos para reclamar u exigir respeto.

Al igual que importantes marchas realizadas en la historia del país, como la “Marcha por la Vida” (1986) y la “Marcha por la Vida y Soberanía” (1995), que marcaron puntos de inflexión en la historia de nuestro país y lograron recoger las voces de los sectores oprimidos en la época de la República, administrada en su mayoría por gobiernos de la derecha que se dedicaron a vender el país, ahora se presenta la “Marcha por la Patria” que inició en la localidad de Caracollo-Oruro hace más de una semana con dirección a la ciudad de La Paz, sede de Gobierno.

No olvidemos que las marchas lograron frenar y vencer siempre imposiciones sobre los derechos del pueblo en la República y ahora, en el Estado Plurinacional de Bolivia, el pueblo boliviano vuelve a retomar esa forma de expresión para defender la democracia, derecho que fue recuperado en 1982 y consolidado a partir de 2006, con sangre y luto.

La “Marcha por la Patria”, que en siete días logró concentrar a más de 10.000 caminantes de forma voluntaria a la cabeza del presidente Luis Arce, el vicepresidente David Choquehuanca y el expresidente Evo Morales, pide el respeto al voto democrático después de que el país sufrió un golpe de Estado y la administración de un gobierno de facto, que dejó al Estado demasiado vulnerable entre 2019 y 2020.

Esa manifestación fue organizada después de otro intento de golpe de Estado y afanes separatistas, como siempre, gestados por sectores de la derecha opositora al actual gobierno a pesar de que el país busca salir de la crisis económica que generó la pandemia del COVID-19 y las malas políticas ejecutadas en 10 meses de 2020.

“Estamos aquí porque hemos definido resolver nuestros problemas pacíficamente, por la vía democrática. En octubre de 2020 el pueblo tomó una decisión, quiere un gobierno del pueblo para el pueblo y va a defender su voto. ¡Viva el pueblo boliviano!”, dijo el presidente Luis Arce en el quinto día de caminata a la altura de la localidad intermedia de Calamarca, en la provincia Aroma de La Paz.

Sin lugar a dudas, esta marcha es inédita porque muestra la verdadera plurinacionalidad, ya que está conformada por bolivianos oriundos de los nueve departamentos y pueblos indígenas del país que sólo exigen el respeto al voto que emitieron el 18 de octubre de 2020 para posesionar a un gobierno legítimo y constitucional, que en las últimas semanas sufrió el ataque irreverente de grupos radicales de la derecha con diferentes mecanismos (oponiéndose a las nuevas normas y planteando dividir la nación con la propuesta del federalismo).

La “unión” es la palabra clave que utilizan todos los marchistas en su recorrido para consolidar su cometido en beneficio del país y coadyuvar en la reconstrucción de la economía de forma tranquila sin una agenda política, que es lo que menos buscan los bolivianos en este momento, en el que todos estamos saliendo adelante.

“Estar siempre unidos más que todo y como siempre”, dijo Roció Villca, una joven madre que junto a su hijo menor no dudo en sumarse a esa marcha para fortalecer la misma y conformar ese grupo de cientos de mujeres valientes que encabeza esa expresión y son vanguardia en la lucha por el pueblo.

“La Marcha por la Patria”, además, según imágenes y videos difundidos en las Redes Sociales, adornó de plurinacionalidad los 240 kilómetros del tramo u doble vía que une a los departamentos de La Paz y Oruro con Whipalas, la bandera tricolor, y banderas de diferentes departamentos del país, característica que no reflejan los medios de comunicación masiva derechistas, que como en 2019 rechazan al gobierno democrático de Luis Arce y a la verdadera esencia del pueblo boliviano.

El estribillo “¡Lucho no está sólo ca…!”, fue inevitable en todo el recorrido, sumado a los cantos “Viva Mi Patria Bolivia” y “La Patria”, entre otros, que impulsaron a los marchistas y fortalecieron su convicción de amor y lucha por la nación, además de las tonadas de música autóctona de diferentes regiones de Bolivia.

Más de 10.000 bolivianos componen esa multitudinaria marcha, que como dice Morales “reventará” la ciudad de La Paz, a pesar del descontento de algunas autoridades de la derecha como el alcalde de la ciudad de La Paz y exministro del gobierno de facto, Iván Arias, quien dijo que “es una marcha sin causa y sin gallos”, con el objetivo de deslegitimar la misma con comentarios que no representan “al pueblo sabio”, al igual que legisladores y líderes de la derecha.

“El pueblo busca respeto, respeto a las autoridades democráticamente elegidas, respeto a la Constitución Política del Estado, respeto a nuestra soberanía, respecto a nuestros símbolos patrios y respeto al pueblo boliviano”, manifestó el vicepresidente del Estado, el jilata David Choquehuanca.

La “Marcha por la Patria”, que en siete días tuvo que aguantar las inclemencias del tiempo en el occidente del país y probar un “coktail climático” (lluvia, frio, sol y viento) es precisa para la historia del país, porque convoca a la unidad del país por una causa justa para el bien común de los bolivianos, de lo contrario la democracia siempre será atacada por grupos radicales de la derecha que buscan usar la misma a su conveniencia para satisfacer intereses personales como sucedió en el gobierno de facto.

“Este sacrifico, este esfuerzo no ha sido en vano para expresar todo el apoyo a nuestro Gobierno, paro defender una política, un programa que son del pueblo, pueblo. Acá está en juego entre los privatizadores, los nacionalizadores, los privatizadores, los neoliberales quieren volver nuevamente para privatizar y el pueblo está diciendo no, que siga nuestro proceso de cambio”, señaló el expresidente Evo Morales, ya en el último tramo para llegar a la sede de Gobierno.

No cabe duda que el pueblo paceño y boliviano vivirá otro momento importante en la histórica plaza mayor de San Francisco para advertir a la derecha política que el gobierno de Arce no está sólo, sino junto al verdadero pueblo boliviano para continuar administrando el país.

Iván Chapi (El Vanguardiano)
Miembro del Colectivo La Vanguardia
Militante del MAS y del Proceso de cambio.

Relacionado