El Chivo Expiatorio

Los antiguos judíos al celebrar el Día de Expiación elegían dos chivos, uno era ofrecido para ser sacrificado en honor de su dios y el otro recibía la culpa de todos los pecados del pueblo al ser liberado en el desierto, a este se le llamó “chivo expiatorio”.

Antonio Parada y el caso de los ítems fantasmas desaparecieron en el tiempo. ¿Por qué? Hace tiempo, el titular del ministerio de gobierno informó sobre la detención de Parada en Bolivia pero no fue así, se sabe que la Policía Nacional actúa bajo sus propios intereses, no olvidemos aquella ocasión cuando la institución temerosa de perder poder, dejó escapar a un peruano buscado internacionalmente y tras el cambio de ministro fue capturado en tiempo record. Antonio Parada fugó a Brasil y tiempo después se informó que fue detenido por autoridades de este país. Ya en ese tiempo anunciaban la solicitud a INTERPOL para que se emita el sello azul para encontrarlo y luego ser extraditado a nuestro país.

En Santa Cruz y La Paz, saltó al escenario el Ministerio Público criticado por su actuar oportunista y servil al poder de turno, mostrando rapidez y diligencia para rebuscar en los enramados del caso a todas las personas que pudieron tener o no participación en este. Con facilidad y en concomitancia con otro actor nefasto como la justicia penal, logró la detención preventiva, tras una imputación formal exprés, a muchas personas que no poseen poder político ni económico, demostrando que solo para algunos esta medida extrema es una excepción. Resulta fácil darse cuenta quién tiene poder y quién no, basta revisar a quienes en el caso de los ítems fantasmas, se les otorgó detención domiciliaria y quienes siguen más de 3 meses en la cárcel a la espera de que concluyan las investigaciones. Pero el que tiene más poder pareciera ser el mismo Parada, recordemos que apenas había ingresado a Brasil anunció que solicitaría asilo político. Una vez que fue detenido en Brasil, incluso una comisión de legisladores nacionales viajó a ver la situación de Parada, sin resultados. Por el contrario este acto fue considerado como una afirmación de ser un caso político. Nuevamente se informó que la extradición de Parada iba por buen camino, que pronto llegaría al país para declarar por los delitos que se le acusan y esclarecer el caso. Grande fue la sorpresa que trajo la noticia de que la extradición no procedía, porque hasta esa fecha no existía una imputación formal por parte del Ministerio Público contra Antonio Parada y que la otorgación de asilo fue aceptada por el país vecino por las razones expuestas, demostraron el poder económico que mantiene incluso sobre algunas autoridades.

A Parada le cargaron las culpas de todos los involucrados, lo dejaron en el desierto y libre para expiar los delitos de los poderosos cruceños. ¿Serán el pueblo y las personas con detención preventiva, el carnero sacrificado para saciar la sed de venganza del morbo amarillista, y así dejar en el olvido el delito cometido?

Por:
Ariel Percy Molina Pimentel “El Molinario
Abogado y Militante MAS – IPSP
Miembro Colectivo La Vanguardia

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