Las “Cajas” y la frustración de los asegurados

El SARS-CoV-2, más conocido como el virus del Covid-19, ha sufrido mutaciones y con éstas surgieron nuevas cepas, por decir de alguna manera éste organismo para lograr su supervivencia adecúa su estructura genética de tal forma que sea más difícil perecer en el tiempo.

Encontrándonos en la cuarta ola de contagios, con nuevas variantes de este virus y habiendo transcurrido casi dos años de la primera declaratoria de emergencia, podemos afirmar que gran parte de las acciones efectivas y necesarias han sido teorizadas y probadas, por lo cual, el camino se encuentra trazado. Sin embargo los hechos y los datos muestran que lamentablemente los Entes Gestores que llamamos “Cajas” pese a tener experiencias previas no han asumido el rol que sus asegurados les demandan para su atención, exponiendo pocos o nulos resultados, no solo ante la detección y atención efectiva de COVID–19 si no también en la calidad y acceso al resto de atenciones ya que las enfermedades de crónicas e infecciosas no se detuvieron por la Pandemia que vivimos.

Las “cajas” desde siempre han frustrado las mínimas expectativas de sus asegurados, por ello, se ha creado una Autoridad dirigida a fiscalizar a estos Entes Gestores, a fin de que al menos se mejore la poca empatía, calidez y la calidad en el servicio a tiempo de dar un buen trato a los usuarios, este camino es largo ya que se trata con instituciones antiguas y actitudes cimentadas y repetidas durante generaciones. A esto se suma el déficit de estrategias encaminadas a garantizar la calidad de los servicios de salud, una problemática que no encuentra solución viable hasta la fecha.

Es de conocimiento general la baja letalidad del virus, en esta cuarta ola, pero si realizamos un análisis del comportamiento de la escala en la curva epidémica tomando como ejemplo la semana epidemiológica N°52 se contabiliza un total de 34.429 casos registrados positivos a nivel nacional y de ellos apenas 3.243 casos positivos registrados en la Caja Nacional de Salud , lo que equivale a penas a un 9,4% de casos detectados a nivel país por esta institución, misma que cubre un total del 83% de asegurados/beneficiarios en toda la seguridad social. Por lo que podemos deducir que existe un déficit de la pesquisa activa de la enfermedad en las cajas para la detección de covid-19, nos preguntamos entonces ¿Es este el resultado de una pésima planificación de estrategias encaminadas esta emergencia sanitaria? ¿Es sólo la muestra del nivel y calidad de atención al que siempre estuvieron y están expuestos los y las aseguradas? ya que existiendo grandes necesidades y bastantes recursos, las acciones asumidas son insuficientes.

Asimismo, a pesar de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, a la cabeza de nuestro Presidente Lucho Arce incluyen acciones de prevención, contención y tratamiento con el fortalecimiento del sistema de salud, mediante la adquisición de vacunas para estantes y habitantes del Estado Plurinacional, el subsistema de la Seguridad a Corto Plazo es actualmente el eslabón más débil del sistema explicado por la fragilidad de una estructura limitada donde poco o casi nada ha demostrado cambios, a pesar de la participación activa que existe dentro de la cajas, en la campaña de vacunación, bastará con analizar que, del total de habitantes del país; aproximadamente 4.262.122 millones de habitantes(cuatro millones doscientos sesenta y dos mil ciento veintidós millones) (36%) están cubiertos por un seguro de salud a corto a plazo, de los cuales se estima que 3.040.018 millones de encuentran en el rango de edad para la inmunización, y hasta el 16 de enero solo han administrado 1.395.690 vacunas entre las primeras dosis y dosis de refuerzo.

Las enfermedades infecciosas seguirán surgiendo y continuaran siendo una alarma para la salud pública, sobre todo si cuentan con características de las cuales se conoce muy poco, como actualmente nos sucede y la seguridad social no se encuentra exenta de ello, por eso es importante realizar acciones que trasciendan en el manejo deficiente que siempre ha existido en las cajas, que, a pesar del esfuerzo del personal de salud con conciencia y valores que pone en riesgo sus vidas día a día para combatir esta emergencia y que; en muchas ocasiones no es reconocido ya que no se garantiza su estabilidad laboral, brindando contratos eventuales destinados a este fin y ello implica discontinuidad de servicios como sucede actualmente donde vemos falta de personal para servicios dedicados a la atención de aquellos casos que devienen de la pandemia por Covid-19, déficit en insumos y medicamentos, falta de instalaciones físicas, colapso del servicio de apoyo al diagnóstico, un marcado problema de sistematización de la información, déficit o nulo control epidemiológico ya que la rapidez de la propagación además de las características genéticas, también tiene que ver no solo con los hábitos de la población, sino con las estrategias epidemiológicas con enfoque interdisciplinario en las políticas de salud, donde la falta aplicación de acciones tiene como resultado el escenario actual que sufren no solo los asegurados, sino también el personal de salud que al parecer es menos importante que el personal administrativo el cual representa un porcentaje mayor al asistencial.

Es momento de cumplir y hacer cumplir las políticas de salud a través de una protección integral de los asegurados en esta emergencia sanitaria. Para esto es necesario realizar la identificación temprana de casos, diagnóstico y manejo adecuado, contención de brotes, reorganización de servicios de salud, promover la salud mental y física del personal de salud y utilización eficiente de recursos.

Por: Melissa Bress

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