De la iglesia Católica de los pobres a la de los ricos

Frei Betto un teólogo de la liberación en una entrevista titulada: “Las izquierdas latinoamericanas debemos pensar por qué los más pobres ya no nos apoyan tanto” daba un análisis muy claro sobre las posturas que tenia la iglesia y en su momento, sobre el rol que cumplió sobre la victoria de Jair Bolosnaro allá en el 2018, por encima del PT; es ahí cuando ese artículo daba insumos muy ricos que deben llamar a al reflexión de esta elite de la iglesia, que actualmente busca una victimización en cuanto al rol nefasto que algunos de sus representantes tuvieron en el golpe del año 2019.

Señalaba también de forma textual en dicha entrevista: “Además, no se sentían bien en las misas católicas, que generalmente son muy buenas para las capas medias y altas. Pero tú, fiel, dueña de una empresa, vas a la misa y difícilmente vas a encontrar a un empleado tuyo ahí, o al portero de tu edificio, o al chofer de tu auto. Esa gente va a la iglesia evangélica. La iglesia católica no ha sabido dar apoyo ni valorar. También el clericalismo que hay en la iglesia católica –todo está centrado en la figura del cura ha dificultado mucho nuestro trabajo. Los curas no viven en las favelas, pero los pastores sí, entonces ese acercamiento conquista a la gente”, este breve análisis da una visión de la condición de clase y a que clases responden actualmente esa jerarquía católica que esta alejada de las bases y que actualmente vemos como sale en defensa de Derechos humanos de personas que firmaron un decreto exonerando de responsabilidad penal a militares y policías por matar en el 2019. Esa postura y declaraciones que la Iglesia católica manejaba ese año y lolas va, para no comprometer más la situación de algunos de sus clérigos, de hecho, va incrementarse, porque como bien decía Frei Betto en una sociedad donde lo que predomina es una clase media, (desclasada en caso Boliviano) tendrá mucho valor lo que opine la Conferencia Episcopal y su jerarcas, sin tomar en cuenta la voz del cura barrial que estuvo atendiendo heridos de bala por los militares y policías en el golpe del 2019, logrando un posicionamiento de victimización de estas personas.

Como algún tiempo atrás se advirtió, la consigna de la derecha para otorgar impunidad cambiará y será punta de lanza, la supuesta falta de libertad y violación de derechos humanos, queriendo victimizar a una iglesia, que desde hace muchos años responde a elites en lugar que al humilde.

¿Qué hacer? Pues en este caso debe ser una acción desde el Estado, debe impulsarse la teología de la liberación que propugna Frei Betto, acompañarla y reconociendo a actores que responden a esa población humilde, apoyando iniciativas que por muy sencillas que sean, tienen un alto impacto, ver como aliados a todos aquellos que desean salir de la burbuja de la comodidad eclesiástica y sumarse a un proyecto de país, que busca reconocer y dar voz a todos y todas.

No vas a poder eliminar una herencia colonial, tan hábilmente instaurada y tergiversada, lo que corresponde es coexistir con ello y darle un espacio que sea acorde a la coyuntura al momento histórico que vive el país, pero eso se trabaja desde abajo, yendo al barrio, yendo a la iglesia humilde, ubicarlos e impulsarlos, coordinar y apoyar ese trabajo barrial, mostrando que la iglesia católica, no es únicamente la de la catedral de la plaza 24 de septiembre de Santa Cruz o la de San Miguel de La Paz, la cual hace política para ricos, ni tampoco que la iglesia católica son esos cuatro tipos que se sentaron con Ricardo Paz, Doria Medina, Tuto Quiroga, Carlos Mesa y decidieron como en tiempos coloniales quien sería la persona que tomaría el lugar del indígena, para colocar alguien que responda a sus intereses.

Jamás olvidar que el enemigo es colonialista, patriarcal, neoliberal, reaccionario y esa entidad (La iglesia católica) ha sobrevivido a gobiernos de derecha y de izquierda, por tanto, toca coexistir con ella, nos guste o no.

Ojo y para finalizar, no planteo impunidad, planteo dar voz quienes impulsan una iglesia para los humildes, no para los ricos; los falsos profetas deben rendir cuentas por la supuesta “pacificación” que trajo luto, llanto y dolor con mas de 30 muertos, por los cuales, esa iglesia, jamás salió a denunciar violación de Derechos humanos.

Adolfo Mena Gonzales

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