Entre vacaciones, pensiones y plataformas

La educación siempre ha sido un tema polémico en las necesidades de nuestra compleja sociedad, se han discutido sus objetivos, sus métodos y su realidad; también se han discutido sus resultados y más aún hubo un tiempo en el que se quiso ingresar en un parámetro internacional como el P.I.S.A.

A la educación se la ha tratado de distintas formas, se la ha intentado despojar de su cualidad política durante mucho tiempo, y se podría decir que en el sistema superior tuvo eco de esos hechos y ello se ha visto reflejado en los bochornosos actos de octubre del 2019.

Sin embargo, en los tiempos de pandemia la educación nos ha revelado situaciones que se intentó esconder, ignorar u omitir; como su accesibilidad, su capacidad tecnológica, y mas aun a pesar de profundizar en su cualidad de derecho permanecen en escena la educación urbana y la educación rural, que no son otra cosa que manifestaciones de las desigualdades sociales vigentes.

Pero en pandemia se han visto resaltar condiciones educativas críticas en la urbe, donde el imaginario permitía establecer como real su accesibilidad, su calidad y efectividad. ¡Y oh! Sorpresa resulta que tanto los colegios fiscales como los privados pasan por el mismo problema, no existe accesibilidad a la red, para poder migrar del modo presencial y al modo virtual, sin embargo la solución más efectiva para el colegiado privado radica en la compra de este servicio y con ello automáticamente el incremento en las pensiones, sin importar si el estudiantado cuenta con los recursos para cubrirlo, o simplemente en la explotación de su profesorado asalariado a quien se le exige la conexión sin importar cuanto le cueste más en su salario no hay compensación.

El caso de los colegios fiscales es mucho más complejo ya que en este existen actores que deben establecer acuerdos para poder desarrollar los procesos educativos, estos actores son la junta escolar, el profesorado, el alumnado (dejaremos por ahora de lado los actores principales el Ministerio de Educación y el Magisterio) entendiendo que estos actores hayan establecido acuerdos, el problema en sí no solo es tecnológico, es también el manejo de los contenidos y sus procesos, tanto colegios fiscales como particulares no estaban listos para esta modalidad, por lo que el profesorado ha dejado casi por completo en manos de los padres de familia la responsabilidad del seguimiento educativo y del cumplimiento de las tareas, no se consideran ni número de hijos, ni tiempo, ni el equipo requerido para poder pasar las clases virtuales y realizar los deberes.

También es claro que el manejo de plataformas virtuales como Moodle, Zoom, Meet, Clasroom , entre otros no son del dominio del profesorado, pero en la gran parte del alumnado si, lo que causa frustraciones en ambos actores, además se sobrecarga de trabajo al estudiante y se le exige en cada asignatura se cumpla con lo planificado, causándole por demás estrés que debe compartir con la familia específicamente en el tema monetario, el internet no es barato.

Podríamos establecer un manejo de la educación en pandemia el 2020 que obliga al ineficiente gobierno golpista a clausurar el año escolar antes de tiempo, situación única en la región, y que causó indignación en muchos sectores de la población, principalmente en educadores comprometidos con pensamientos profundamente críticos que seguimos a Freire bajo el camino de la educación liberadora, y que en su momento se criticó el ignorar por completo las herramientas de la educación popular, como es la tele- educación, la educación radial, o impresa (la prensa escrita podría a ver contribuido en su momento con este cometido) y otras que se emplearon en la historia de la educación popular en Bolivia.

El 2021se diferencia claramente al ingresar en un periodo de recuperación de la democracia, en el manejo de las políticas educativas, se emplea la educación a distancia con las herramientas utilizadas por la educación popular, se han realizado esfuerzos para acceso a las tecnologías y al manejo de la red. Mas los procesos no se han modificado, la saturación de tareas permanece, el estrés de padres y estudiantes no ha mermado y por tanto existe deserción puede que no se pueda decir cuanta en esta gestión aun, más existe.

Probablemente el Ministerio de Educación intenta desesperadamente resolver los problemas latentes en estas modalidades y realidades (¡¡¡VACACIONES!!!); el área rural ha sido creativa al manejar sistemas tanto presenciales como semipresenciales para evitar a toda costa la deserción escolar, sin embargo, los contagios en el profesorado no son menores, no se cuenta con medidas de bioseguridad.

Las consecuencias de la pandemia en la educación se verán no solo reflejadas en la deserción escolar, estas a larga van a profundizar la desigualdad social profundamente a lo largo de los próximos años.

¿Qué deberíamos hacer ante esta situación?, ¿Deberían el Magisterio y el Ministerio dejar de lado sus disputas para pensar de verdad en la Educación?, ¿Las y los educadores populares debiéramos entrar en escena y cuestionar la eficiencia de una ley sin reglamentar?, ¿Cuándo se reglamentará la 070?, ¿Quiénes reglamentarán?, ¿Cuándo se hará? Son cuestionántes de una serie de realidades sin analizar, mas es urgente realizarlas y resolverlas.

Por:
Victoria Perales Aguirre
EDUCADORA
Miembro del Colectivo La Vanguardia

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