El verdadero virus que mata

No quieren que hablemos de política, dijeron que la salud está por encima de cualquier tema, nos apresaron y encarcelaron por denunciar las atrocidades de este gobierno interino, utilizan la pandemia para neutralizar las demandas y movilizaciones sociales, nos imponen medidas desproporcionadas que atentan contra nuestros derechos, por debajo intentan modificar nuestra estructura económica; y los medios de comunicación nos torturan y atemorizan todo el tiempo, que si no acatamos las medidas del gobierno, moriremos de las peores formas por el COVID-19.

Las medidas impuestas por el gobierno interino no son eficaces, porque hasta la fecha no priorizaron la atención preventiva, no llegaron los test´s masivos y no fortalecieron las Unidades de Terapias Intensivas (UTI´s), más lo contrario nos endeudan hasta el copete con el BID, FMI y Banco Mundial, y cometen actos de corrupción con un Ex – Ministro en las celdas, la impunidad de la Canciller, los Viceministros del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Cónsul de Bolivia en Barcelona. Todo esto ante la mirada indiferente de muertos y el sistema de salud a punto de colapsar. Obviamente todo esto cabrea a las personas, porque la cuarentena rígida, moderada o la que quieran llamarle, no ha servido más que para enriquecer a unos cuantos y empobrecer a otros.

Lo que este gobierno nunca tuvo fue la “Confianza” del pueblo boliviano, justamente este valor que es tan importante por la famosa frase de Mao, de “Obedecer al Pueblo” fue echada por un tubo cuando entraron con una mala interpretación de sucesión presidencial, empezando a captar puestos para sus amigos y familiares; desfalcando millones de dólares de nuestras empresas (YPFB y ENTEL) y aprobando normas que favorecen a empresarios. Al parecer el gobierno de Añez, no tiene la mínima intención de irse y hará todo lo posible para utilizar el COVID-19 y la pandemia para decretar nuevamente la cuarentena rígida y seguir aplazando las elecciones presidenciales, porque se dieron cuenta que en las elecciones presidenciales, no ingresan ni a segunda vuelta, pero el pueblo no es nada estúpido y se da cuenta de todas las fechorías que cometen.

Existen medidas que fueron aprobadas por Añez y que nos traerá problemas en el aparato económico, el gobierno neoconservador aprobó decretos supremos que afectan la tasa y las carteras de los bancos, dañando directamente los créditos de vivienda social; autorizó la libre exportación para los grandes empresarios bolivianos del oriente (recordemos que después del boicot económico del año 2017, estuvieron restringidos de exportar, mientras no se tenga cubierta la demanda interna); incorporaron los transgénicos en nuestra alimentación diaria (que trae consigo Monsanto, glifosato, cáncer y muerte); criminalizaron el derecho a la libertad de expresión (sin olvidar el sesgo comunicacional) y todas las medidas que piden trabajo, alimentación y salud. Estas acciones benefician únicamente a las empresas privadas en desmedro de los trabajadores, campesinos, asalariados, comerciantes, mineros, etc. y por sobre todo restringen nuestro derecho a la libertad de toda índole, ya que al final si un adulto mayor desea morir viendo a su familia, con el riesgo de contagiarse, esto sería una decisión personal y no de irresponsabilidad. Queremos mandar un mensaje fuerte y claro: la represión no va garantizar y no está garantizando recuperar la confianza perdida, tampoco va sostener la salud pública y menos va recuperar la crisis economía.

Nuestro deber será exigir medidas socialistas como: protección de los trabajadores ante el posible contagio del COVID-19; solicitar seguro de salud gratuito y universal; incorporar bonos para las personas con escasos recursos económicos; ayuda humanitaria en zonas alto riesgo, restaurar el sistema de salud público; otorgar canastas familiares con los principales productos de alimentación para nuestras familias –nada de Zucaritas, ni galletas importadas–; expropiar hoteles y lugares privados para la atención de los contagiados por el COVID-19; control absoluto de los Servicios Departamentales de Salud – SEDES´s (que por cierto el centralismo es muy parecido al régimen Estalinista); restringir a la empresa privada de acciones que atenten contra la soberanía alimentaria; prohibir los despidos laborales en época de cuarentena, asistencia humanitaria permanente a personas mayores y con alto riesgo de contagio, control absoluto de los trabajadores de las empresas de las empresas en quiebra; y por sobre todo condonar las deudas y los préstamos de las entidades financieras. Estoy seguro que algunas de estas medidas les parecen conocidas, es porque los gobiernos neoconservadores como el de Añez, para contentar en mínima parte a su población, no le queda otra alternativa que implementar acciones socialistas. Acuérdense pititas, que cuando vayan a recibir su bono cualquiera que fuere, esta es y será siempre una medida socialista.

Pero no solo el virus trajo desconfianza, sino algo que llamo “La Propagación del Virus Ideológico” (racismo y discriminación) y los medios de comunicación hacen crecer esta teoría, cuando replican noticias falsas, teorías conspirativas y motivan a que las personas exploten en contra de la mayoría de la sociedad boliviana. Y esto se demuestra cuando recriminan a los vecinos de algunas zonas y barrios de las ciudades del eje central, porque no estarían cumpliendo la cuarentena, que para algunas personas con una economía agradable, pueden permitirse restringirse y encapsularse por varios meses o incluso años, pero para la mayoría de esta población que vive del día y a día va resultar necesario que rompan con las medidas impuestas y salgan a vender sus productos o servicios, porque evidentemente un bono de 400 o 500 Bs. no alcanza a una familia promedio para mantenerse por más de dos meses, todo esto conduce a que ciertas personas que ahora tienen una cierta empatía con la gobernante impuesta, emitan juicios de valor como por ejemplo: que los indios no entienden y nunca aprenderán que el virus es letal –que es completamente falso, ya que el dengue es mucho más letal que el COVID-19–; que la gente que no se cuida deba morir; el MAS tiene la culpa del contagio masivo; es necesario eliminar con los parásitos de la sociedad; que sobreviva quien se adapta a los cambios; todo esto nos remonta nuevamente al año 2008, cuando nacía un espíritu bastante neofascista en el oriente boliviano, intentado mantener el Estado Nación (República de Bolivia), que fue suprimido por el Estado Plurinacional de Bolivia.

Para salir de esta crisis será necesario obedecer al pueblo y confiar en el pueblo, y posiblemente la única vía para recuperarla, sea llevando acabo las elecciones presidenciales y reconocer el trabajo que vienen llevando el personal de salud, limpieza, transporte, comercio, agricultores, cajeros, acomodadores, etc, arriesgándose por nosotros. Esto nos reafirma en este momento que ¡Solo el Pueblo Salva al Pueblo!

Si alguien nos afirma que tendremos que esperar a que todo vuelva a la normalidad, es absolutamente falso y erróneo, la normalidad como entendíamos o solíamos comprender de la conexión entre el sujeto y el mundo ha cambiado rotundamente, visto de alguna forma que los gobernantes y el virus nos han obligado a cambiar la relación que tenemos entre nosotros mismos, de mirar y ver a la naturaleza como parte de este problema y que ahora en adelante tendremos que pensar no solo en forma individual, sino colectiva y tomar en cuenta a la Madre Tierra.

Esperemos que esta crisis no nos lleve a despidos masivos, que las lógicas de comercio internacional cambien, que el sistema capitalista no retorne con mayor fuerza, que tomemos en serio que la naturaleza tiene vida, reconozcamos a los que se arriesgan por traer los alimentos lo más cerca posible, tendremos que aguantar por nosotros mismos la contención del COVID-19, eliminemos el virus ideológico y algo más importante eliminemos de nuestra política el Virus llamado Añez, que su Pandemia nos está llevando a una banca rota estatal, pobreza extrema y muertes por su incapacidad.

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